Camino que me ha encontrado al andar,
Que me ha destrozado una vez más...
Excusa triste para seguir manejando este artefacto que quiere ser cuerpo
Me recibes y me detienes, me encadenas a un sólo momento
A una pausa que creíste necesaria en mi salida, en mi larga caminata.
Pero me entregas algo, extraño, necesario, desconocido...
Una alfombra de cobre y oro, que me dice que no es real,
Que es todo una ilusión, una gran estafa
Y porqué he de preocuparme de cosas que no son?
Observo tus metales, que parecen inestables,
Me invitan a romperlos, a pasar por sobre ellos,
Que eso es más real, eso es mucho mejor
Que estar preocupándome de cosas que no son...
De cosas que no están, de cosas que es mejor
Dejar en lo que fue, allá atrás, a lo lejos...
Justo donde me dejaste tú, al sacarme del silencio...
Llega un nuevo viento, y remueve tu cara...
Y el cobre se ha sulfatado, y el oro se transforma en plomo
Y tu cara es gris, y se acaba el encanto...
Qué era real? el encanto, o lo que sigue?
Me tiene que importar? aun así lo pasé bien...
Echo de menos el metal de tus mejillas, a todo esto...
Zalhael