Estoy en un desierto en medio de la nada, sin relieve alguno que calme o distraiga mi vista. Sólo un sitio eriazo interminable, sin vida alguna más que mi persona y el ser que me atormenta mientras me describe el paisaje, pues estoy ciego. ¿Y por qué he de creerle? Porque puedo saborear la sequedad y la muerte en el aire. Y un mar salino se encuentra cerca de aquel desierto, el cual no es de arena, sino de barro cocido.
¿Y qué hacer ahora, adónde ir, si acaso no hay donde ir, si acaso mis pies están atados al suelo, están hechos de barro, si soy uno con el desierto? >>