''Y flotando en el aire, en el Tiempo, nuestros cuerpos y almas se aflojan y todo el Universo pasa frente a Nosotros, como una mancha que se creó de nuestra rota y quebrantada Alma. Condena de ser estar varados en un instante...''


sábado, julio 26, 2003

Remisión

Una vez más me encuentro a mí mismo, solo, sentado, mirando a la nada...Una vez más encuentro que el mundo es demasiado pequeño a mi alrededor y que lo que existe estaría mejor si tan sólo estallase de una vez por todas dejándome reposar tranquilo en un vacío inmenso que permite amplificar todo lo que siento, lo que quiero, lo que necesito... y hacerlos realidad. Una vez más el mundo parece no tener sentido y mi luz parece estar mejor apagada, o mejor dicho irradiando un muy útil y necesario soplo de esperanza en mi interior en lugar de alumbrar a algún desconocido que probablemnete no lo necesite ni lo merezca. Una vez más pasa todo esto, tal y como ya lo viví tantas veces desde que tengo conciencia, desde que SOY. Una vez más se repite esta escena, pero hay algo distinto... hay alguien distinto... No a mi lado, pero conmigo a la vez... Una vez más repito esta vida, mas hay algo- alguien- que me lleva a darme cuenta de que el mundo es distinto, de que en él... estás Tú.
De pronto, todo este instante ha cambiado. Es completamente distinto, y aún así, de alguna forma, similar en todo aspecto... Tal vez el hecho de que el mundo, aunque para mí haya cambiado, sigue siendo el mismo... es sólo que ahora tengo conciencia de tí... No puedo creerlo, el tiempo ha vuelto a avanzar, la gente corre, y aunque se ve igual de aburrida y estúpida, irritante y vana, de alguna forma todo se encuentra diametralmente opuesto...
Y tú, TÚ, me miras cada vez que cierro los ojos, cada vez que te encuentras ahí, sonriéndome... cada vez, mi alma vuelve a latir, mi corazón se agita y un grito de inusitada alegría y agobiante gozo se le escapa a mi espíritu que ya no puede más, que me dice y me hace entender que ya a punto de estallar, ordena a mis ojos que se conviertan y se recubran de un mar cristalizado, y obliga de alguna forma a mis comisuras a querer besar mis pómulos, quitándome por un instante el aire, para poder entregártelo junto con mi alma, mi corazón, y mi ya inflamado e incandescente espíritu...
Pero... aun no puedo darte mi aire, mi alma, ni nada de lo que estaría dispuesto a darte sin tener ni querer pensarlo dos veces... puesto que no estás aquí, no te encuentras lo suficientemente cerca (o yo me encuentro innecesariamente lejos) para poder entregarme a tí, inclusive si ya era tuyo desde siempre... No estás, y me duele, me lleva a recordar los días en que no sonreía, los días en que tu no existías. Mas de alguna forma, tu ausencia no conlleva olvido, sino, al contrario, me hace amarte aun más y desearte de forma más desesperada; y mueve a mi incinerado y una vez decepcionado espíritu a renacer de sus cenizas, y cual Fénix volver a incendiarse cuantas veces sea necesario hasta el día en que te entregue frescas y radiantes las llamas perpetuas de mi infinito amor...
Es así como me encuentro una vez más a mí mismo, solo, sentado, mirando a la nada, encontrando al mundo a mi alrededor demasiado pequeño para mi amor y mi alma, mientras una vez más deseo que estalle de una vez por todas, dejándome reposar tranquilo en tu regazo, pensando que todo lo que siento, lo que quiero, lo que necesito... ya se ha hecho realidad. (J'te ame)

Daniel