El pasillo es de vidrio, estoy expuesto, nuevamente todos pueden verme, como lo hicieron hace tantos años ya... No quiero, no de nuevo, los recuerdos son demasiado, no creo poder tolerar de nuevo. Me toman, me aprisionan, me desnudan; queman mis ropas junto con las ilusiones de que todo esto acabe. Encienden piras infernales con su mente, con el pensamiento. Su deseo puede malear la materia que nos rodeay el angosto túnel de cristal se rompe en mil fragmentos que se clavan en mi piel, dejándome a merced de sus manos; y una figura hostil me alcanza y desfigura mi cuerpo.
Ya dejen de mirarme, dejen de llamarme por un nombre que no es el mío, por un nombre que debería haber olvidado... ¿qué saben ustedes?, ¿quiénes se creen que son? Por su culpa, no puedo volver, ya no rostro, ya no tengo nombre, ya no te tengo a tí.
¿Por qué me dejaste?¿por qué te uniste al enemigo y me dejaste solo en el abandono? Éramos los dos, yo de tí y tú de mí; únicos seres en este mundo de desespero que otrora fue delicia; cuando estabas aquí, conmigo; cuando nada importaba; cuando la sangre era tan sólo una excusa para seguir viviendo, en vez de la tortura que ahora se derrama de un cuerpo que ya no siento, que ya no tengo...
Viviríamos en un segundo, ambos en un sólo individuo, por siempre en plenitud. Ahora, no vivimos nunnca, ni en un segundo, ni en un siglo, ni en toda la Eternidad. Sólo te veo ahí, mirándome, junto a los otrros, con su misma expresión y sin reconocerme; mas puedo ver, en alguna parte de tu alma, una sonrisa que se asoma desde el tiempo en que eras conmigo, en que era feliz... Y no importa lo que digan, te amo, pero esta vez no te dejaré ir... tan sólo... dénme una oportunidad...y dejen de mirarme. >>